Meditaciones, Tomo 2
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Meditaciones, Tomo 2 , livre ebook

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Description

En este tomo de Meditaciones II el autor continua compartiendo sus experiencias místicas durante el tiempo que estuvo privado de la libertad, por siete meses, en el estado de California en el año 2002.

A pesar de todo, en medio de este escenario agresivo, depresivo en esencia corrompido, Dios se hace presente y se glorifica en forma esplendorosa en los corazones de seres que la humanidad ha dado por desechos y desea enterrarlos para siempre.

Sujets

Informations

Publié par
Date de parution 21 février 2013
Nombre de lectures 0
EAN13 9781456604387
Langue Español

Informations légales : prix de location à la page 0,0500€. Cette information est donnée uniquement à titre indicatif conformément à la législation en vigueur.

Extrait

Meditaciones
 
Tomo II
 
Marino Restrepo
 


Copyright 2011 Marino Restrepo
 
Primera edición – Junio de 2007
10.000 ejemplares
 
Diseño de carátula:
Tejada Amador
Nora Amador
 
Diagramación:
Stock Diseño
Lida Natalia Herrera Gómez
 
© Derechos reservados
Fundación Peregrinos del Amor
 
Todos los derechos están protegidos por las leyes internacionales de Derecho de Autor. Los contenidos y/o carátula no pueden ser reproducidos total ni parcialmente por sistemas de impresión, audiovisuales, grabaciones o cualquier otro medio creado o por crearse, ni traducidos a ningún idioma, sin permiso de la casa editora.
 
Publicado en formato de libro electrónico por eBookIt.com
http://www.eBookIt.com
 
ISBN-13: 978-1-4566-0438-7
 
Pedidos a:
FUNDACIÓN PEREGRINOS DEL AMOR
Calle 134 No. 19-65
PBX: (571) 258 37 78/93
Visítenos en nuestra web: www.marinorestrepo.com
E-mail: peregrinosdelamor@gmail.com
Bogotá, D.C., Colombia
 


Este es un documento sobre la experiencia de la Misericordia de Dios en la vida de Marino Restrepo a quien he conocido personalmente y con quien he compartido ampliamente diferentes reflexiones de su experiencia mística con Dios.
 
Marino goza de una estricta dirección espiritual firmemente alineada con las enseñanzas de la Iglesia Católica.
 
Considero que las reflexiones publicadas en este libro, son materia valiosa espiritual, que definitivamente contribuyen al enriquecimiento de la fe cristiana y que no presentan ningún rasgo que contradiga las enseñanzas de la doctrina de la Iglesia Católica.
 
Siendo este libro el producto de una revelación privada recomiendo siempre al lector recordar que estas revelaciones se deben tomar, no como cuerpo de materia teologal de la doctrina de la Iglesia, sino como expresiones del infinito lenguaje de Dios por medio de su Santo Espíritu, quien escoge a quien bien decide, sin ninguna discriminación. Las recomiendo como medio de profundización de la fe en Cristo resucitado.
 
He disfrutado de su lectura y he encontrado riqueza en ellas para introducirlas a todas las almas que buscan a Dios con sed de su Amor y un corazón sincero y contrito.
 
 
 
1 de diciembre de 2005
+ Monseñor Román Danylak
Obispo titular de Niza
 


Introducción
 
En este segundo tomo continuaré compartiendo con el lector experiencias que ocurrieron durante mi encarcelamiento de siete meses en el año 2002 en California, Estados Unidos.
 
La vida en la cárcel continuó en medio de una experiencia mística constante que parecía mantenerme más en el mundo sobrenatural que en otro estado. Sin embargo, vivía la realidad diaria y dura de la cárcel, con una pasmosa paz y coherencia. Los asuntos legales no podrían aparecer peores, pero era como si todo mi ser estuviera sumergido tan sólo en lo que me decían Jesús, la Virgen María y todos los Ángeles y Santos que permanentemente me hablaban de muchísimas maneras. Mi abogado, judío y de pésimo temperamento, se extrañó tanto con mis reacciones, referentes a mi caso, que se le despertó un interés especial sobre mí, a pesar de ser un defensor público lleno de clientes por atender y cuyo trabajo asignado por la corte era gratis. Nunca entendió por qué no me desesperé o mostré preocupación alguna ante la gravedad que siempre me presentó de mi caso. Optó por investigar la fuente de mi paz y cuando le comuniqué un poco de mi vida espiritual, sólo me miró con la mirada que se le da a una persona que ha perdido sus cabales, me recordaba la mirada del agente musical judío que yo tenía en Hollywood, cuando regresé de mi secuestro y le conté que ya no produciría más música comercial y que sólo consideraría producir música religiosa, después de tomarme unos años de vacaciones de mi carrera; también me consideró fuera de mis cabales.
 
Hoy comprendo a perfección lo que San Pablo llama “la locura de la Cruz”. En realidad yo he podido apreciar profundamente dentro de lo más íntimo de mi ser, desde el fondo de mis entrañas existenciales, que ser de Cristo es demencia para el mundo:
 
¡Oh dulce demencia de la Cruz, cuánto te amo!
 
Cualquiera que haya sido la razón que impresionó a mi abogado, éste se dedicó en forma especial a ayudarme y el proceso legal comenzó a tomar más velocidad de lo normal. Es obvio que la mano de Dios actuaba permanentemente sobre mi vida en general, y actúa sobre la vida de todos nosotros, de manera especial sobre toda alma que le obedece y vive en Su Divina Voluntad.
 
El traslado a diferentes cárceles alrededor del área metropolitana de Los Ángeles y a veces a cárceles de pueblos fuera del área, se debía, como lo expliqué en el primer tomo, a la cantidad enorme de presos a causa del nuevo estatuto de seguridad de las medidas antiterrorismo, como consecuencia de los acontecimientos ocurridos en Nueva York el 11 de Septiembre de 2001. Parecía vivir las historias de la segunda guerra mundial en California cuando todos los japoneses y asiáticos en general, fueron acuartelados por mucho tiempo y declarados enemigos del pueblo americano, a pesar de haber nacido allí en su mayoría. Aunque el gobierno americano reconoció los errores cometidos en esa época, hoy se están cometiendo los mismos atropellos, arrestando indiscriminadamente a ciudadanos de origen árabe sin importar que ya sean ciudadanos americanos; estigmatizando al grupo étnico que el sistema declara culpable y esto los señala como enemigos. Yo clasifiqué a esta categoría, por acusación de un falso informante colombiano, como posible terrorista de las FARC de Colombia (una organización criminal que pretende ser un movimiento de liberación del pueblo colombiano).
 
En medio del drama humano que vivía en todos los aspectos, comenzando con la inclemencia de las cárceles estatales de California, continuaba mi experiencia mística. A pesar de ser un preso federal, por falta de espacio muchos presos éramos acuartelados en ellas y vivíamos los castigos de los presos estatales, cuyo sistema carcelario está diseñado para castigar al preso desde que pisa la puerta de la institución. Todo preso estatal en California, sin importar su estado de inocencia o culpabilidad, es tratado bajo un sistema carcelario punitivo, con métodos de reformatorio psicológico que viola toda ley posible de derechos humanos que tanto se les exige a los demás países en el resto del mundo. Sistemas totalmente inhumanos y que con facilidad los llamaría primitivos.
 
En unos años adelante, escribiré un libro sólo sobre este tema basado exclusivamente en lo que yo viví a nivel carcelario independiente de lo místico, y le aseguro al lector que le costará creer que esto suceda en un país tan civilizado y a la altura de la edad y desarrollo social en que vive y exige la humanidad de hoy. Sólo Dios es testigo de esa injusticia y sólo Él lo sabrá juzgar. Oremos mucho por el futuro de las naciones que presionan al mundo por justicia y en cuyas cunas interiores se viven las más cruentas injusticias, porque el Ángel del castigo no tardará en bajar su espada, la cual pude ver apuntada hacia esa tierra con toda claridad, pero la oración, la intercesión de todos los fieles en el mundo, puede parar la mano del ángel justiciero y darle otra oportunidad a un pueblo que se ha perdido y se ha alejado de Dios volviéndose pagano, después de haber recibido tanto del cielo.
 
Mi vida espiritual continuaba siendo mi fortaleza, en cada cárcel, en cada celda, el Señor me tenía reservado un grupo nuevo de almas. Algunas veces sólo estaba durante dos noches en un lugar, otras durante un mes, otras, dos meses o una semana, pero invariablemente estaban allí las personas que el Señor había escogido. Bastaba con intercambiar unas pocas palabras e inmediatamente encontraba un corazón preparado. No porque esas almas lo supieran o estuvieran conscientemente preparadas; era que la Gracia estaba sobre ellas y ya dependía de mi fidelidad a lo que yo veía de lo que el Señor me mostraba con tanta claridad, para que yo actuara con la seguridad que si mi fe era lo suficientemente grande se podían romper los muros de corazones de piedra, sabiendo que Dios ya lo había permitido.
 
Era muy hermoso ver edificios enteros de maldad, desmoronarse ante simples palabras y lo más grande era que ni siquiera estaba en las palabras, sino en esa Misericordia Divina que miraba al pecador, enfermo y náufrago en sus errores, al borde de enormes sentencias carcelarias y en presencia del derrumbamiento de toda su vida en el mundo. Todos los presos que conocí, sin excepción alguna, estaban viviendo el espectáculo de una gran demolición de sus vidas, de como las habían construido. Entonces era como participar en una inmensa compañía de construcciones y demoliciones en la que los obreros de Dios y del Diablo, en lados opuestos, luchaban por construir o destruir sus territorios asignados respectivamente.
 
El Señor en Su infinita Misericordia me permitía vivir místicamente todo esto y yo sabía que no era simplemente para que yo lo viviera, sino para que tuviera visibilidad sobre el territorio del enemigo, y de paso me daba la visibilidad de la acción del ejército amigo y así podía actuar espiritualmente en la batalla del desencadenamiento de las almas prisioneras. Cuánto deseaba yo en cada instante y en cada caso en particular, que las almas que conocía allí, presas, se liberaran cuando entablábamos una simple conversación. Yo sentía al demonio respirar en mi espalda y en muchas ocasiones me atacaba por medio de otros presos que estaban en la misma celda y que sin saber ellos por qué, el diablo los utilizaba para sabotear, en algunos casos, las reflexiones que estaban llegando al corazón del preso a quien le hablaba. Era tan preciso el ataque, que en algunas ocasiones estaba hablándole en español a un preso latino y era atacado y burlado por un preso de habla inglesa que no hablaba español, pero por infusión satánica sabía del contenido de la reflexión y también que iba a liberar esa alma de sus cadenas o por lo

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