Anti-María al descubierto , livre ebook

St. Benedict Press LLC - Carrie Gress

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107 pages

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Extrait

Description

La influencia demoníaca en las mujeres de hoy

A finales de los años 60, un pequeño grupo de mujeres de élite estadounidenses convenció a una abrumadora mayoría del país de que la destrucción de la relación más fundamental –la de madre e hijo– era necesaria para que las mujeres tuvieran vidas productivas y felices.

De la destrucción de esta relación siguió la decadencia de toda la familia y casi de la noche a la mañana, nuestra cultura que alguna vez fue provida, se convirtió en pro estilo de vida, acogiendo todo lo que se siente bien. Sesenta millones de abortos después, las mujeres no muestran signos de salud, felicidad y realización. Un mayor número de divorcios, depresión, ansiedad, enfermedades de transmisión sexual y abuso de drogas apuntan a la realidad de que las mujeres no son más felices, sino que están más medicadas.

Los enormes cambios culturales han llevado a un replanteamiento de la feminidad, pero ¿podrá haber algo más detrás de ello que la cultura, la política y la retórica?

Partiendo de los fundamentos bíblicos del anticristo, Carrie Gress investiga en profundidad la idea de un anti-María –como espíritu, no como individuo– que ha plagado al Occidente desde los años 60. Engañando a generaciones de mujeres, este espíritu antimariano ha conducido a la feminidad tóxica que ha destruido la vida de innumerables hombres, mujeres y niños.

Sujets

Catholic Church

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Publié par	St. Benedict Press LLC
Date de parution	21 décembre 2021
Nombre de lectures	0
EAN13	9781505123081
Langue	Español

Informations légales : prix de location à la page 0,0500€. Cette information est donnée uniquement à titre indicatif conformément à la législation en vigueur.

Extrait

ANTI-MARÍA AL DESCUBIERTO
ANTI-MARÍA AL DESCUBIERTO
Rescatando la cultura de la feminidad tóxica
Carrie Gress
TAN Books Gastonia, Carolina del Norte Estados Unidos de América
Derechos del autor © 2019 Carrie Gress
Todos los derechos quedan reservados. Con excepción de los extractos cortos utilizados en la revisión crítica, ninguna parte de este trabajo puede ser reproducida, transmitida o almacenada en cualquier forma sin el permiso previo por escrito de la autora.
Las citas de las Escrituras provienen de la Biblia de Jerusalén , 3ra Edición © 2009 Desclée De Brouwer, S.A. Bilbao, España. Utilizadas con permiso. Derechos reservados.
Imagen de portada: La Inmaculada Concepción, óleo sobre lienzo, (1767-1768), Giovannia Battista Tiepolo. Dominio público a través de Wikimedia Commons . Collage de imágenes de Caroline Green.
ISBN: 978-1-5051-2306-7 Kindle ISBN: 978-1-5051-2307-4 ePUB ISBN: 978-1-5051-2308-1
Traducido y editado al español por Araceli Anatrella y Carolina Homayden, 2021.
Publicado en los Estados Unidos de América por TAN Books PO Box 269 Gastonia, NC 28053 Estados Unidos de América www.TANBooks.com
Impreso en los Estados Unidos de América
A mis hermanas, que me han enseñado el verdadero y hermoso significado de la hermandad
Mary Boldy
Jill Faherty
Michelle Gress
Danielle Andrews
ÍNDICE

Introducción
Parte I
La larga batalla
1
Borrando a María
2
El portal de entrada de Satanás: Un corazón descontento
3
La adoración de la diosa está en marcha
Parte II
Anti-María, S.A.
4
La gran mentira: Cambiar la naturaleza humana
5
Los arquitectos antimarianos
6
El nuevo matriarcado: Dictadores de modas
Parte III
María, el antídoto
7
La verdadera madre
8
Fruto y contenido
9
Entendiendo la belleza de María
Parte IV
La mujer moderna y María
10
Imitando a María
11
Seis formas para combatir al antimariano
12
Ayudando al caminante herido

Apéndice

Reconocimientos
Introducción
L as mujeres han sido un misterio desde que Adán se encontró con Eva. Pero en los últimos cincuenta años, un cambio malvado ha tenido lugar en la vida de las mujeres y los hombres que las aman. Hoy en día hay mucha confusión sobre lo que significa ser mujer y hay aún más confusión sobre cómo tratarlas. Las definiciones de feminidad son tan numerosas como las personas, con cada mujer tratando de averiguar por sí misma quién es y cómo debe vivir su vida. Mientras tanto, los hombres viven constantemente en una disputa con un adversario imaginario, tratando de mantenerse en sincronía con las nuevas demandas progresistas de la feminidad.
La mayoría de nosotros, sin embargo, no conocemos la historia completa de las líneas de batalla dibujadas en los años sesenta que forman el telón de fondo de lo que las mujeres piensan de sí mismas en la actualidad. Es una historia que cuentan los vencedores, como en la mayor parte de la historia, donde los acontecimientos de los últimos cincuenta años se desarrollaron como algo elegante, empoderador, glamoroso, importante y progresivo. O así va la narrativa. La realidad, sin embargo, es algo muy diferente. Las pruebas, caídas como migajas, se pueden ver a lo largo del camino, aunque cubiertas apresuradamente para que pocos puedan ver completamente el punto débil del movimiento.
Una de esas migajas vino a principios de la década de 1970. Doce mujeres (un número no insignificante) con muy buena educación y de clase social alta, se sentaron alrededor de una mesa en la ciudad de Nueva York y cantaron esta «letanía» para expresar lo que querían que sucediera en el mundo:
¿Por qué estamos aquí hoy?, preguntó la presidenta.
Para hacer una revolución, respondieron ellas.
¿Qué tipo de revolución?, ella preguntó.
La revolución cultural, ellas corearon.
¿Y cómo hacemos la revolución cultural?, ella incitó.
¡Destruyendo a la familia americana!, respondieron.
¿Cómo destruimos a la familia?, ella dijo.
Destruyendo al patriarca americano, gritaron eufóricamente.
¿Y cómo destruimos al patriarca americano?, sondeó.
¡Quitándole su poder!
¿Cómo hacemos eso?
¡Destruyendo la monogamia!, gritaron.
¿Cómo podemos destruir la monogamia?
¡Promoviendo la promiscuidad, el erotismo, la prostitución, el aborto y la homosexualidad!, resonaron. 1
Estas mujeres tenían un objetivo muy claro en mente y se convirtieron en la vanguardia de lo que sería el movimiento de liberación femenina. Entre ellas, tal vez hubo quienes dudaron que tendrían éxito, pero para los que miramos al pasado, sabemos que sí lo tuvieron. Lo que querían — promover la promiscuidad, el erotismo, la prostitución, el aborto y la homosexualidad— ha llegado a suceder muy a fondo en nuestra cultura actual.
¿Cómo es, entonces, que el movimiento de mujeres se convirtió en una fuerza tan difícil de manejar que demolió tan decisivamente la estructura moral y social de la sociedad americana? Aunque muchos han sugerido que fue «la hermandad» la que aunó los esfuerzos de las feministas radicales, su esfuerzo básico no puede explicar todo su éxito. Las historias de la época hablan de división y discordia entre las mujeres de la segunda ola feminista y de acalorados debates sobre cosas como la explotación de las mujeres por parte de Cosmopolitan , el lesbianismo y las ideas políticas del liderazgo del grupo, todas las cuales amenazaron al proyecto. Esto fue hasta que todas encontraron un tema del que podían tratar de beneficiarse: el aborto .
Sue Ellen Browder, autora de Subverted: How I Helped the Sexual Revolution Hijack the Women’s Movement (Subvertido: Cómo ayudé a la revolución sexual a apropiarse del movimiento de mujeres) 2 y exempleada de Cosmopolitan , dijo que cuando trabajaba en la revista, regularmente se inventaba historias sobre mujeres ficticias conocidas como la Chica Cosmo . Podía convertirla en cualquier cosa que quisiera que fuera —doctora, abogada, juez, incluso prostituta cara— pero había dos cosas que no podía ser si iba a ser glamorosa, sofisticada y genial: virgen o madre. 3
La segunda ola del feminismo dejó claro que los niños eran el enemigo, impidiendo que las mujeres cumplieran sus sueños. Así, el aborto se convirtió en una necesidad y fue legalizado en 1973 cuando la guerra de Vietnam estaba llegando a su fin. Las víctimas mortales de esa guerra —un total de 58 220 militares estadounidenses— se vieron rápidamente empequeñecidas por este nuevo tipo de asesinato: madres matando a sus propios hijos (sesenta millones y contando; tres mil al día solo en los Estados Unidos). En la actualidad, el aborto es la principal causa de muerte en los Estados Unidos anualmente, superando significativamente a las enfermedades cardíacas y el cáncer. Mata a más del equivalente de las muertes totales de estadounidenses en Vietnam cada tres semanas.
¿Qué pasa entonces cuando hay generaciones de personas que han matado intencionalmente a sus propios hijos a través del aborto? Los medievales estaban en contra del aborto porque se termina con una vida inocente, pero también porque sabían que era mortalmente perjudicial para el alma humana de quienes se dedicaban al mismo. No es sólo un niño que muere en un aborto, sino algo en la madre, el padre y toda la familia que muere también.
Como dijo santo Tomás de Aquino, bonum est diffusivum sui , el bien se extiende sobre sí mismo. Del mismo modo, el mal se propaga sobre sí mismo. El grave mal del aborto ha llegado a todas las áreas de la vida familiar y ha dejado a la sociedad moralmente desgastada. Estas noticias son confirmadas a diario con titulares como: Activistas del aborto matan al Niño Jesús en un gráfico aborto de la Virgen María afuera de una Iglesia Católica , 4 Una mujer de Colorado mató a su bebé recién nacido y lo arrojó a la cubierta del vecino, 5 o Sexo anal: lo que necesita saber de la revista Vogue Juvenil . Las capas de confusión, pensamiento perverso, decadencia, sacrilegio y crueldad descienden más profundamente con cada día que pasa. La rabia, la obscenidad, el consentimiento sexual, la desnudez, la eliminación de las diferencias de género y la desvalorización de la vida se han convertido en algo común en la plaza pública. Las mujeres no sólo se han alejado un poco de la brújula moral, sino que destrozaron la brújula. Casi de la noche a la mañana, nuestra cultura provida se convirtió en pro estilo de vida, volviendo a un paganismo epicúreo que abraza todo lo que se siente bien. Como un incendio forestal que sopla a través de leña seca, estos cambios dramáticos ardieron a través de la vida de millones y millones de mujeres, hombres y niños, con poco o nada para detenerlos.
Influencia externa
La escala y el alcance del mal que vemos en nuestra cultura nos pide que preguntemos: ¿podría haber algo detrás de esto? ¿Hay presiones externas «como un león rugiente, buscando a quien devorar» (1 Pedro 5,8), que han estado influyendo a la humanidad, particularmente a las mujeres, durante las últimas cinco décadas? Paul Kengor, en su libro Takedown: From Communists to Progressives, How the Left has Sabotaged Family and Marriage (Desmontaje: de comunistas a progresistas, cómo la izquierda ha saboteado a la familia y al matrimonio), expone las piezas políticas e intelectuales que han llevado a la destrucción de la familia. Concluye en un momento dado, sin embargo, cuando habla de la influencia que los comunistas y progresistas han tenido en los jóvenes a través de las universidades, que tiene que haber más en la historia que sólo retórica. ¿Por qué la gente en nuestras universidades cae tan fácilmente en estos argumentos vacíos tan contrarios a su naturaleza humana?, se pregunta. Su juventud impresionable por sí sola no es una explicación suficiente. 6 Kengor deja claro que las piezas no suman el total de sus partes, debe haber más.
El obispo Robert Barron concluye algo similar sobre la violencia y la dramática pérdida de vidas en el siglo XX, el más sangriento de la historia. El o