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Ebook
2013
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Publié par
Date de parution
21 janvier 2013
Nombre de lectures
10
EAN13
9788431554644
Langue
Español
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21 janvier 2013
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10
EAN13
9788431554644
Langue
Español
Frases célebres
Isabella Malnati - Alessandro Montel
FRASES
CÉLEBRES
A pesar de haber puesto el máximo cuidado en la redacción de esta obra, el autor o el editor no pueden en modo alguno responsabilizarse por las informaciones (fórmulas, recetas, técnicas, etc.) vertidas en el texto. Se aconseja, en el caso de problemas específicos —a menudo únicos— de cada lector en particular, que se consulte con una persona cualificada para obtener las informaciones más completas, más exactas y lo más actualizadas posible. DE VECCHI EDICIONES, S. A.
De Vecchi Ediciones participa en la plataforma digital zonaebooks.com
Desde su página web ( www.zonaebooks.com ) podrá descargarse todas las obras de nuestro catálogo disponibles en este formato.
© De Vecchi Ediciones, S. A. 2012
Avda. Diagonal, 519-521 - 08029 Barcelona
Depósito legal: B. 31.665-2012
ISBN: 978-84-315-5464-4
Editorial De Vecchi, S. A. de C. V.
Nogal, 16 Col. Sta. María Ribera
06400 Delegación Cuauhtémoc
México
Reservados todos los derechos. Ni la totalidad ni parte de este libro puede reproducirse o trasmitirse por ningún procedimiento electrónico o mecánico, incluyendo fotocopia, grabación magnética o cualquier almacenamiento de información y sistema de recuperación, sin permiso escrito de DE VECCHI EDICIONES.
INTRODUCCIÓN
El trabajo del autor que quiere realizar una recopilación de citas es, fundamentalmente, el de encontrar un criterio según el cual escoger y ordenar el material, casi infinito, del que puede disponer.
En esta ocasión ha sido bastante sencillo encontrar la línea guía a seguir en la redacción del texto: hemos pensado en las principales características que el lector ha demostrado apreciar siempre en los libros de Editorial De Vecchi, es decir, la utilidad y la práctica.
Por lo tanto, en primer lugar, nos hemos esforzado en «reducir» el tamaño de la obra puesto que una recopilación completa de todas las citas, más o menos conocidas, probablemente no sería de gran utilidad por su dificultad de consulta.
Hemos subdividido por temas el material recopilado, colocándolo en los puntos en los que nos ha parecido más lógico y útil buscarlo. De cada cita se menciona el autor, el título de la obra de la que se ha sacado y, a veces, el texto en la lengua original con su traducción.
En cada tema se ha realizado una repartición práctica posterior; es decir, que el lector podrá encontrar en cada capítulo dos apartados: « Para hablar » y « Para escribir ».
En el primer apartado hemos recopilado las citas, las sentencias y las máximas más breves; en definitiva, las más fáciles de recordar; un repertorio fácil, válido en diversas situaciones, para dar más énfasis a nuestra conversación.
En cambio, en el segundo, se recogen todas las demás citas que, debido a su longitud o a su complejidad, se prestan mejor a ser utilizadas en cartas o en discursos escritos.
Evidentemente, cada lector podrá utilizar como prefiera cada cita que se recoge en este libro. La misma máxima podrá utilizarse, de forma extemporánea, para sorprender a los presentes, para establecer una relación de negocios o para escribir una carta a un ser querido.
Hay que tener en cuenta que un libro de este tipo estaría destinado a hacer más intenso cada minuto que pasa: una página de un libro, un artículo del periódico, un manifiesto o cualquier texto, escrito o no, puede ser citado por cualquiera, aunque no sea el autor, y participar de su sentido, ora profundo ora mordaz.
Todo estriba en el gusto personal: depende de lo que cada cual consiga encontrar de sí mismo en las palabras de otra persona.
ABURRIMIENTO
Para hablar
¡Cruel aburrimiento! Sólo por olvido los autores de las penas del infierno podían no haberlo puesto.
Giacomo Casanova de Seingalt, Historia de mi vida.
El aburrimiento es de alguna manera el más sublime de los sentimientos humanos.
Giacomo Leopardi, Pensamientos, LXVIII.
El aburrimiento es la verdad en estado puro.
Jacques Rigault, Papiers posthumes.
El aburrimiento es una enfermedad de la que el trabajo es un remedio; el placer es sólo un paliativo.
Duque de Lévis, Massime, precetti e riflessioni.
El aburrimiento es uno de los males menos graves que hemos de soportar.
Marcel Proust, Sodoma y Gomorra.
La continuidad aburre en todas las cosas. Gusta el frío para luego calentarse.
Blaise Pascal, Pensamientos.
¿La vida no es cien veces demasiado corta para aburrirse?
Friedrich Nietzsche, Más allá del bien y del mal.
L’ennui naquit un jour de l’uniformité.
El aburrimiento nació un día de la uniformidad.
Antoine La Motte-Houdar, Favole.
Las pasiones (...) hacen menos daño que el aburrimiento, porque tienden siempre a disminuir, mientras que el aburrimiento tiende siempre a crecer.
Jules Amédée Barbey d’Aurevilly, Une vieille maîtresse.
Le secret d’ennuyer est celui de tout dire.
El secreto para aburrir consiste en decirlo todo.
Voltaire, Discurso en verso sobre el hombre.
Los males son menos dañinos para la felicidad que el aburrimiento.
Giacomo Leopardi, Zibaldone.
Si los simios supieran aburrirse podrían convertirse en hombres.
Johann Wolfang von Goethe, Máximas y reflexiones.
Para escribir
El aburrimiento es fuerza, Bolingbroke. El hombre que se aburre corre más que los demás; si te aburres te respetan.
Saul Bellow, Las aventuras de Augie March.
El aburrimiento no es más que el deseo puro de la felicidad no satisfecho por el placer, y no ofendido abiertamente por el disgusto.
Giacomo Leopardi, «Diálogo de Torcuato Taso y de su genio familiar»,
de las Operette morali.
En Inglaterra, las personas se esfuerzan para ser graciosas incluso durante el desayuno. Es horroroso por su parte. Sólo los aburridos pueden ser graciosos durante el desayuno.
Oscar Wilde, Paradoja y genio: aforismos.
El aburrimiento proviene o de la débil consciencia de nuestra existencia, por lo que no nos sentimos capaces de reaccionar, o de la consciencia excesiva, por la que vemos que no conseguimos reaccionar tanto como querríamos.
Ugo Foscolo, Epistolario.
El aburrimiento profundo, que como una niebla silenciosa se esconde en los abismos de nuestro ser, une a los hombres y a las cosas, nosotros mismos con todo lo que nos rodea, en una singular indiferencia. Este es el aburrimiento que revela al ser en su totalidad.
Martin Heidegger, Introducción a la metafísica.
AFECTO
Para hablar
La mezcla de admiración y piedad es una de las recetas de afecto más seguras.
Andre Maurois, Ariel .
Pectoribus mores tot sunt, quot in orbe figurae.
Los afectos son tan variados como las formas de las cosas en el mundo.
Publio Ovidio Nasón , El arte de amar , I, 759.
Para escribir
En las personas de carácter y clase como don Fabrizio la facultad de ser divertidos constituye los cuatro quintos del afecto.
Tomasi di Lampedusa, El gatopardo .
Los afectos profundos se parecen a las mujeres honestas; tienen miedo de ser descubiertos y pasan por la vida con la mirada baja.
Gustave Flaubert, La educación sentimental.
ALEGRÍA
Para hablar
A menudo una falsa alegría es mejor que una tristeza con una verdadera causa.
Descartes, Pasiones del alma.
Cultivo las alegrías sencillas. Son el último refugio de un espíritu complejo.
Oscar Wilde, Paradoja y genio: aforismos.
El dolor es breve y la alegría es eterna.
Friedrich Schiller, La doncella de Orleans .
No existe alegría que el mundo pueda dar igual a la que niega.
George Gordon Noel Byron, Stanzas for music .
Nos plaisirs les plus doux ne vont point sans douleurs.
Nuestros pensamientos más dulces no son libres sin dolor.
Thomas Corneille.
Para escribir
La única alegría del mundo es empezar. Es bonito vivir porque vivir es empezar, siempre, en cualquier instante.
Cesare Pavese, El oficio de vivir .
No hay nada en el mundo de larga duración, e incluso la alegría, en el instante que viene detrás del principio, ya no está tan viva; en el tercer instante se vuelve todavía más débil, y se funde insensiblemente con nuestro estado de ánimo habitual, como sobre el agua se confunde al final el círculo producido por la caída de una piedra con la superficie lisa.
Nikolaï Vasilevich Gógol, «La nariz», de Historias de San Petersburgo . <