111 pages
Español

Vous pourrez modifier la taille du texte de cet ouvrage

Découvre YouScribe en t'inscrivant gratuitement

Je m'inscris

Découvre YouScribe en t'inscrivant gratuitement

Je m'inscris
Obtenez un accès à la bibliothèque pour le consulter en ligne
En savoir plus
111 pages
Español

Vous pourrez modifier la taille du texte de cet ouvrage

Obtenez un accès à la bibliothèque pour le consulter en ligne
En savoir plus

Description

En el ocaso de su vida, se le preguntó a Picasso acerca de la diferencia entre el arte y el erotismo, y tras un momento de reflexión, su respuesta fue: “Pero si son la misma cosa”. Mientras otros advertían acerca del erotismo, Picasso nos prevenía acerca de la experiencia del arte: “El arte no es casto, habría que prohibirlo a los ignorantes inocentes, jamás ponerlo en contacto con quienes están insuficientemente preparados. Sí, el arte es peligroso. O si es casto, no es arte”.
El término “Arte Erótico” se ha enturbiado por el miasma de una terminología ambigua. Arte y pornografía, sensualidad y sexualidad, obscenidad y moralidad se entremezclan a tal grado que parece casi imposible alcanzar una definición objetiva. Esta situación no es poco común en la historia del arte. ¿Cómo es posible hablar de arte erótico?

Sujets

Informations

Publié par
Date de parution 09 décembre 2019
Nombre de lectures 21
EAN13 9781644617908
Langue Español
Poids de l'ouvrage 15 Mo

Informations légales : prix de location à la page 0,0000€. Cette information est donnée uniquement à titre indicatif conformément à la législation en vigueur.

Extrait

Texto: Hans-Jürgen Döpp
Traducción : Héctor Daniel Suárez Relaiza
Diseñado por: Baseline Co Ltd, Vietnam
© Confidential Concepts, worldwide, USA
© Parkstone Press International, New York, USA
Image-Bar www.image-bar.com
© Aulaire, copyright reserved
© Paul Avril, copyright reserved
© Suzanne Ballivet, copyright reserved
© Paul-Emile Bécat, copyright reserved
© Alessandro Calione, copyright reserved
© Campa, copyright reserved
© Courbouleix, copyright reserved
© Erler, copyright reserved
© Jean de l'Etang, copyright reserved
© Farbe, copyright reserved
© Willi Geiger, copyright reserved
© Ernst Gerhard, copyright reserved
© Javier Gil, copyright reserved
© Hildebrandt, copyright reserved
© Lobel-Riche, copyright reserved
© Henrich Lossow, copyright reserved
© Martin Van Maele, copyright reserved
© De Monceau, copyright reserved
© Jean Morisot, copyright reserved
© Armand Petitjean, copyright reserved
© Rudolf Rehbach, copyright reserved
© Reunier, copyright reserved
© André-Félix Roberty/ Artists Rights Society, New York, USA/ ADAGP, Paris
© Feodor Rojankovsky, copyright reserved
© Otto Rudolf Schatz, copyright reserved
© Louis Berthomme de Saint-André/ Artists Rights Society, New York, USA/ADAGP, Paris
© Robert Schiff, copyright reserved
© Otto Schoff, copyright reserved
© Nicolas Sternberg, copyright reserved
© Taddeo, copyright reserved
© Rudolfo Valentino, copyright reserved
© Marcel Vertès, copyright reserved
© Gerda Wegener, copyright reserved
Ninguna fracción de esta publicación puede ser reproducida o adaptada sin permiso del propietario de los derechos de autor, en todo el mundo. A menos que se especifique lo contrario, los derechos de reproducción sobre los trabajos reproducidos pertenecen a los respectivos fotógrafos. A pesar de una intensa búsqueda, no siempre ha sido posible establecer la propiedad de los derechos de autor. Si este es el caso agradeceremos nos lo notifiquen.
ISBN: 978-1-64461-790-8
Hans-Jürgen Döpp



Arte Erótico
Índice
Una geografía del placer
¿Arte erótico o pornografía?
El sueño de la orgía
Placeres para la vista
La soledad de la imagen
Las raíces eróticas de la colectomanía
Sodoma Berlín
Negación y erección
¡Deja que broten 1.000 flores!
Índice de obras
Una geografía del placer
Este libro le invita a hacer un viaje especial, que abrirá una perspectiva de placeres y deseos. Una gran cantidad de imágenes y objetos de arte y religión presentan al erotismo y la sexualidad como un tema universal y fundamental.
Al abrir nuestra mente a los orígenes en diversas culturas, algunas de ellas extrañas, también podremos enriquecer nuestra propia cultura...
La gran cantidad y variedad de puntos de vista que se encuentran en esta obra demuestran los múltiples aspectos de la sexualidad. Revelan que nada es más natural que el deseo sexual; y, paradójicamente, nada es menos natural que las formas en las que este deseo se expresa o encuentra satisfacción.
En este libro se pueden observar artículos que se mantuvieron ocultos durante mucho tiempo bajo las bóvedas de los museos públicos y en las galerías de coleccionistas privados. Muchas de estas imágenes y objetos se prohibieron en una sociedad occidental no tan abierta a la sexualidad ni a nada que se relacione con ella.
De esta manera, nos ofrecen una mirada excepcional y por lo tanto más fascinante de algo que forma parte de la naturaleza humana. Las sociedades orientales en particular supieron cómo integrar lo sexual y lo erótico en su arte y su cultura.
Por ejemplo, la religión china, completamente libre de las nociones occidentales del pecado, considera que la lujuria y el amor son cosas puras. La unión del hombre y la mujer bajo el signo del Tao expresa la misma armonía que la alternancia del día y la noche, el invierno y el verano.
Se puede decir –y es correcto– que las antiguas formas de pensamiento chino tienen su origen en nociones sexuales. El yin y el yang, dos ideas complementarias, determinan el universo.
De esta forma, la filosofía erótica de los antiguos chinos también comprende una cosmología. La sexualidad es un componente integrado a una filosofía de vida y no se puede separar de ella.
De este modo, una de las civilizaciones más antiguas y más estimulantes de la tierra nos afirma por medio de su religión que el sexo es bueno y nos enseña, por razones religiosas, a consumar el acto de amor de manera creativa y apasionada. Esta falta de inhibición en cuestiones sexuales se refleja en el arte de China.
Los grandes maestros de Japón también crearon un gran número de imágenes eróticas que se encuentran dentro de la misma categoría que otras obras de arte de Japón. La censura estatal no pudo evitar por completo la producción de estas imágenes.
Los Shungas (imágenes de primavera) describen los placeres y el entretenimiento de un mundo más bien terrenal. Se consideraba natural buscar los placeres de la carne sin importar la forma que tomaran.
La palabra “vicio” no existía en el antiguo Japón y la sodomía era un placer sexual como cualquier otro. El arte de ukiyo-e (imágenes del mundo flotante, transitorio) inspira obras que son técnica y artísticamente perfectas. Lo fantástico y lo grotesco florecieron tempranamente, en especial en el arte japonés y también en la literatura. La sexualidad y los temas relacionados tienen más de diez mil representaciones, diferentes descripciones en diferentes culturas. En la India, el erotismo es santificado en los templos hindúes.


1. Gustave Courbet, El origen del mundo , 1866. Óleo sobre lienzo, 46 x 55 cm. Musée d’Orsay, París.


2. Achille Devéria, 1830.


3. Anónimo, 1799.


4. Anónimo, Miniaturas hindúes.
En Grecia, el erotismo culmina con el culto a la belleza, al unir los placeres del cuerpo con los de la mente. La filosofía griega comprendió el mundo como una interacción entre Apolo y Dioniso, entre la razón y el éxtasis.
Sólo el cristianismo comenzó a ver el erotismo en un contexto de pecado y de un mundo de oscuridad, creando así diferencias irreconciliables. “El demonio Eros se ha vuelto más interesante para el hombre que todos los ángeles y todos los santos”, una afirmación de Nietzsche que probablemente no encontraría simpatizantes en el Japón del Extremo Oriente: Eros nunca fue demonio allí.
De hecho, lo que Nietzsche lamentaba sobre Occidente nunca ocurrió en Japón, ni en muchas otras culturas orientales. “El cristianismo”, en palabras de Nietzsche, “obligó a Eros a beber veneno”. En Europa Occidental, los retratos eróticos fueron prohibidos y relegados a galerías secretas.
El mundo flotante, transitorio, se mantuvo entre cadenas y sólo con gran dificultad la ciencia pudo liberar a la sexualidad de los prejuicios y de la asociación con el pecado.
Por lo tanto, no es de sorprender que la sexología se desarrollara allí donde la relación entre la sexualidad y el erotismo era especialmente ambivalente o problemática.
Nuestra cornucopia de un mundo colorido, de imágenes y objetos eróticos muestra que Eros puede ser una energía universal y unificadora.
Estos ítems proporcionan la oportunidad de echar una mirada a una esfera humana esencial –por lo general considerada tabú– a través de los ojos de muchos artistas cuyo punto de vista cambia continuamente. ¿Pornografía? “Lo que es pornografía para una persona, es la risa del genio para otra”, argumentó D. H. Lawrence.
A diferencia de la pornografía, que a menudo carece de imaginación, el arte erótico nos permite participar del placer creativo. Aun si algunas de las imágenes nos parecen extrañas o hasta nos molestan y nos obligan a enfrentar tabúes, deberíamos abrirnos a la experiencia.
El verdadero arte siempre ha causado ofensa. Sólo mediante nuestra disposición a enfrentarnos con tabúes puede también ser beneficioso este recorrido a través de la geografía del placer, particularmente en el sentido de que este viaje de fantasía enriquece lo más íntimo de nuestro ser.
El humor evidente en muchas obras de arte erótico sólo es accesible para aquellos que puedan tener una actitud positiva ante la experiencia erótica. Las imágenes de los placeres de la carne, en este libro, prometen un deleite para los ojos, si bien distante. A pesar de eso, ¿no es la esencia del erotismo estar fuera de alcance? Los aspectos de la historia cultural del género humano pueden ayudar a extender los límites de la tolerancia mediante el desarrollo de la opinión de los espectadores. Pueden liberar las mentes de los clichés que probablemente ocupen nuestras fantasías y nuestra imaginación hoy, pero, esperamos, no después de leer este libro.


5. Rodolfo Valentino, Bailarines de tango , c. 1930. Terracota pintada. Museo Erótico, Ámsterdam.


6. Mosaico de porcelana china, siglo XIX. Museo Erótico, Ámsterdam.


7. Fauno y ninfa , de una casa señorial española, siglo XIX. Roble tallado. Museo Erótico, Berlín.
1748: Marqués d`Argens, Teresa filósofa
“¡Házmelo con fiereza, querido amigo!” –fue lo que la señora C. dijo mientras se hundía en el lecho–. Leer tu maligno Pförtner der Kartäuser [El guardián de los cartujos] me ha excitado mucho; las imágenes son muy realistas; los personajes tienen unas deliciosas expresiones de sinceridad; si fuera menos desagradable, sería un libro inimitable en su tipo.
¡Hoy sí penétrame, Abbey, por favor! ¡Que me muero de lujuria y estoy dispuesta a pagar cualquier consecuencia! Cuando te dije que mis aventuras te enseñarían los humores de los hombres, no me refería a las diferentes posiciones, de las que los hombres han inventado tantas, como resultado de su licenciosidad y de su urgencia por copular con las mujeres.
Nada hay ya que decir acerca de estas posiciones para el amor, que ya ha analizado con todo detalle el famoso Pietro Aretino, que vivió en el siglo XVI.
Lo que quiero enseñarte son únicamente los excesos de la fantasía, esos extraños sabores que algunos hombres exigen de nosotras y que son sustituto del placer completo,

  • Univers Univers
  • Ebooks Ebooks
  • Livres audio Livres audio
  • Presse Presse
  • Podcasts Podcasts
  • BD BD
  • Documents Documents
Alternate Text