El gaucho Martín Fierro [microform]

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José Hernández , University Of Illinois Urbana-Champaign

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' '-%*. '- -^\ THEUBRARY OF UNIVER5ITY OF ILLINOIS URBANA-CHAMPAIGNAT 869.3 H43m 1897 !.- ^ x'^.^^^ .% n. ^' ^^ .\í, ^:.^. r.?!^ •--t>.:%• '^.u r % ,.-^'-' ' V, ' <^The person charging this material is re- ^\sponsible for its return to the library from which it was withdrawn on or before the Latest Date stamped below. Theft, mutilation, and underlining of books are reasons for disciplinary action and may result in dismissal from the Universify. UNIVERSITY OF ILLINOIS LIBRARY AT URBANA-CHAMPAIGN F£&1 -^>^*i I97ÍFEB \ 9 «90OCT 30 ^'^^^M •*'» . *"^ ^rV-*.- - xf >C l.WM VIVEROS OABA VBA FR£G£DIOA DE VARIOS JUICIOS CRÍTICOS EMITIDOS Á PROPÓSITO DE LA PRIMERA ADUILNADA\ COI*; CiT^CO LÁÜLNAá Y £L líBITUATO D¿L AUTOR CASA EDITORA Y DEPOSITO GENERAL .«»' —147 I4jrlibrería «MARTIN FIERRO» BOLÍVAR 7 \V|iF-*^Í -»?»' - . • ^* . >t . vV.-í^jr:.\BUENOS AIRES-IMPRENTA DE MARTIN BIEDMA BOEIVAR 535 P- >¥ .\ ^.,JOSÉ HERNÁNDEZ%'^ - *li2«^^' !:?<.•u -rí"« '^ <.- . ADVERTENCIA EDITORIAL AI ofrecei décima cuarta edición la € Ida Vuelta Martinal público, esta vez, la de y de JHerro», creemos de estricta justicia consag^rar algunas palabras, al más extraordinario triunfo de publicidad que registran nuestros anales bibliográficos. La presente edición de dos mil ejemplares, viene á integrar la asombrosa cifra de SESENTA Y DOS MIL: hecho sin precetiente en estos países americanos, muy raro tam-y bién en los Estados Europeos de origen latino. Aquí, en Buenos Aires, la ciudad de más movimiento intelectual del Nuevo Mundo, oo conocemos resultado semejante, ni aun tratándose de aquellas obras políticas, literarias ó económicas, que lograron alcanzar gran boga. La vasta circulación Martin fierro, sido verdadero acontecimiento parade ha un el comerciante de libros, para el crítico moralista sobic todo para esa clase social más directa-y mente interesada en la obra de nuestro popular poeta. Millares tras millares Edición, en medioha colocado sin dificultad el Editor de cada de la sorpresa que experimentaba, al recibir, hasta telégrafo, pedidos que le hacían de diversospor puntos de la campaña. La critica nacional del análisis esta produc-y extranjera, se ha ocupado extensamente de ción rigurosamente americana, apreciándola en altos uno de los trabajosconceptos, como que mas honor hacen á la literatura de este Continente. Pero, en la campaña del Rio de la Plata, es donde ha hallado Martin Fierro su mas entusiasta acogida. Desde el mas humilde hasta encumbrado sus habitantes, Jo saludaronel mas de y reci- bieron como al redentor que asoma después de larjjo tiempo de sufrimientos. En común,efecto, cualquier observador dotado siquiera de sentido advierte qne el Sr, Hernández, sirviéndose de una forma literaria, al parecer trivial, hace, en Alartin Fierro, la historia de los infortunios de nuestro gaucho, penetrando con pensa- miento de filósofo, de la azarosa vida de una clase, que,hasta en lo mas íntimo bajo la dominación colonial, como b^ijo la dominación republicana, solo ha vivido victima obligada de todo género de abominaciones. De ahí la inmensa que goza en las comarcas rurales el libro delpopularidad de señor Hernández, porque no es como las obras de Ascasubi ó de Del Campo, simples obras de' completo, mas exactoentretenimiento, sino el estudio social mas y mas bien intencionado que nosotros.se ha llevado á cabo entre Hasta qué punto habrá aparición de Martin Fierro en el mejoramientoinfluido la de aquella clase, seria interesante saberlo. Desde el centro semi-civilizado de la población rural, pasando por el rancho, hasta los confínes pampeanos el fortín, en todos los medios en que sedonde se encuentra encuentra nuestro sentir, estamos seg-^ros, la mas ó menosasendereado gaucho^ se ha de ^ iaQaeñcia de esa aplaudida producción. Y esto se comprende sin esfuerzo. Cuarenta mil por todos los ámbitos de la campaña, hanejemplares desparramados» ADVERTENCIA EDITOIIIALIV ho^ar,constituido la lectura favorita del de la pulpería, del soldado de todos los que teníany fierro.á la mano un ejemplar de Alartin lugares de reunión, se creó el tipo delMás aún: en algunos lector, en torno del cual gentes de ambos sexos, para escuchar con oido atento esa genuina relaciónse congregaban de la vida gauchesca. creemos, pues, en el éxito constante fecundoPor todo esto, y de las sucesivas edi- Fierro, porque apartándose completamente de la ttadición literariaciones de Martin que dejaron Ascasubi Del Campo, siguió solo n )C¡ones propias, vías mas rectas é inspiracionesy en el sentimiento popular. La musa de Martin Fierro no ha sido venga-que tenían su base ha preocupado solamente del prestijio urbano, á costa de la semplicidaddora, ni se de bolanuestros comijatrior.-rs de chiripá y de potro. de espacio suficiente para recapitular hoy cuantoCarecietído se ha dicho acerca presente obra del autor, debemos limitarnos á hacer una breve mención de losde la y felicitándonos, enemitidos últimamente, nuestra condición de Editoies, dejuicios inscribir en estas pajinas preliminares, nombres que son un timbre de la inteligenciapoder argentina. Manuel Estrada, en un brillante estudioEl señor don José que hace del pueblo arpen- título de « Defectos de la vida social » en las pajinas de la Revista Argentina,tino, bajo el copiar;al Sr. Hernández las lineas que vamos á sin embargo de que diienmos respectodedica incorrecto, que formula contra nuestroal cargo, comparativamente de poeta. distinguido escritor:Dice así aquel maravillarse. Ni Higalgo, Ascasubi,€ No es de ni ni mucho menos Del Campo, llegado, entre nuestros poetas pKjpulares gauchescos, á la altura filosófica en quehan y mas incorrecto de todos, —toca el versificador D. José Hernández. Marlin Fierro es del gaucho, es decir, el producto mas completo socinbilidadel tipo culminante de una operando sobre una naturaleza ingénitamente poderosa activa. Pero precisamenteinjusta, y como la poesía lo requiere, no puedepor ser extraordinario guiarnos en los estudios sociales subjetiva elementainiente.sino y Sin pretender iniciar di.suuta alguna, sobre las razones que tenga el Sr. Estrada, para encontrar solo gran altura filosófica poca corrección (literariamente hablando) en la obray venimos ocupando, séanos permitido recordarle quede que nos la obra del Sr. Hernández, es la pintura al natural de cierta ct munión social, no bien estudiada todavía, que vive, siente se expresa en un lenguaje peculiar , en el cual no deben prevalecer cierta-y gramaticales, sino el pensamiento lamente las reglas que anima. En nuestra humilde opinión, mucho perdería en esie caso la personalidad á€i gaucho, filosóficas inspira-s\ las Martin Fierro, hubieran tenidociones del autor de que ajustarse á los preceptos de Bello el estilo original quede Salva y de la Academia. No; campea en esa obra, es el que se ha debido emplear, para que así pueda revelarse toda entera, intus et in ente, la gráfica figura del gaucho cisp'atino. Avellaneda,El Dr. D. Nicolás acreditando siempre sus inclinaciones sus altasy dotes literarias, encontró también oportunidad de manifestar las impresiones que dejara en su espiritu Martin Fierro, en una carta literaria que vio la luz pública, dice así áy su interlocutor: « Siga escribiendo, soltando con vena, matizando observaciónespontaneidad su la propia, ingenuamente reproducida con comunes á todos, no tendrá prontorecuerdos y en cuanto á la difusión de su palabra escrita, sino un rival, tal vez invencible: Martin Fierro, En lo que toca deá este, es casi imposible alcanzarle. Uno mis clientes, alma- cenero, por mayor, me mostraba en encargos de los pulperos de laayer sus libros los cpmpaña: — «12 — —gruesas de fósforos Uua barrica de cerveza 12 Vueltas de Martin — -*Fierro 100 cajas de sardinas Pero nada se hace sin trabajo, ejemplo, aunque trate de losse lo digo por vía de sey escritos mas espontáneos populares.y La difícil facilitad de que todos encerrar una verdadhablan, debe constante y general, cuando tanto se ha vulgarizado, á pesar de ser esta frase extraída de un arte poético de pertenecer á Boileau.y Mss de un renombre de cabildo quedaría sorprendido si se dijera que hay á veces mayor estudio en una pajina de Martin Fierro, que deen uno sus alegatos forenses.

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